Viaje en tren I

Hace unos días leí un comic que me recordó esta anécdota reprimida en un rincón de mi cerebro. Como no se manejar, no me quedan muchas opciones, mas que las que ofrece nuestro maravilloso trasporte publico. Para llegar a mi destino elegí viajar en tren. No hay cosa mas hermosa que una Estación de Tren, algunas de las mas antiguas suelen tener ese toque nostálgico, ese olor a orín fermentado, papeles adornando el piso, las paredes conteniendo las leyendas mas inverosímiles: "Cuca te quiero", "Aguante La Matanza" y el infaltable: "Puto el que lee". Además de gente durmiendo en los rincones, gente drogándose en los rincones, gente cogiendo en los rincones y gente, pero mucha gente!!! No se si se dieron cuenta, las multitudes agotan mi existencia.

El recorrido que tenia que hacer me llevaba 20 minutos de viaje. Me subí al tren y en vez de sentarme, viajaba parada al lado de la puerta, (sin que el guarda me agarre infraganti por que no pague el boleto) el vagón venia medio vació. En el transcurso del viaje, se me acerca un pibe de unos veinti tantos, con carita de "me fume hasta el orégano con pimentón que tengo en casa", en estado higiénico dudoso y muy fisurado. Por esas cosas de la vida, vendía artículos de limpieza, que supuestamente estaban adentro de una bolsa que llevaba al hombro, se para al lado mio y me habla tantas boludeces juntas como para llenar una piñata. Cuando lo miro con mas detalle veo que todavía tenia medio centímetro de tuca (para los pocos entendidos, es la ultima parte del porro) pegado en el labio inferior. Acá es en donde pensé: "ya veo que al pelotudo este le pega por la paranoia y me empuja del tren". Seguía hablándome, hasta que en un momento se desprende el pantalón y mete su mano debajo del calzoncillo, en ese momento solo pude desviar la mirada para otro lado y pensar: "Si el mugriento este me enseña el bicho me tiro de cabeza del tren". Entonces me dice: "Me voy armar uno, te prendes??" y saca de sus partes pudientes una piedra verde.

Empieza el laborioso trabajo cuando veo atraves de la ventana de la puerta (que hay entre vagón y vagón) que se va acercando un uniformado, cana o milico, como quieran llamarlo. Me dirijo al susodicho de extraña procedencia, al grito de: "Guardalo, guardalo que viene la cana!!!". Faltaba poco por llegar y con un salto olímpico me tire del tren, caí ilesa de pedo. Seguí caminando cortanto camino por el medio del descampado hasta llegar a destino. Me quede pensando: "Que se le dio por querer convidarme?? me habrá visto cara de hippie fuma churro?? tendré cara de viciosa??"

No tomo partido frente al uso de sustancias ilegales o no penalizadas. Cada cual de su culo hace un colectivo y deja subir a quien quiera. Si les gusto mi infortunio, dejen comentario. Por cierto el comic que leí es de Julian Cardozo, acá les dejo el link:

http://zombieville2000.blogspot.com/2008/07/zombies.html

Y como perlita de esta anécdota, el Sr. Matias Zuccotti dueño de : http://www.sacudiendoeltintero.blogspot.com/ se tomo la molestia de comunicarse conmigo para ilustrar el tópico del día de hoy: