Le contaba todo, me conocía como si estuviera en mi propia piel, supongo que debe ser así, dicen que me parezco bastante. No solía hacerse mala sangre por las cosas, sin embargo, cuando se enojaba plantaba una mirada filosa con la que te hacia notar su falta de agrado. Una mujer muy sencilla, pero por sobretodo independiente.
Lo que mas me gustaba era ir a la casa, tomar mates y contarnos todos los chusmerios de la familia, fue así como me entere de un montón de secretos, disputas y peleas (incluso con piña de por medio).
Sabia que se iba a morir, por ende le importaba todo tres carajos, nos preparo para su despedida (nos dijo que ropa y que flores quería) y nada de andar llorándola, “es hora de que me vaya… cuanto mas querés que viva??”, es tipo de frases que siempre nos descolocaba. Esta semana me anime por primera vez ir al cementerio con mi mamá. Descansa en una bóveda (es común a varios miembros de la familia), en esa especie de nicho que le llaman, entre y salí riéndome… acordándome de sus ocurrencias y por sobretodo por algo que me confeso mi madre, algo que pasó cuando ella y mi abuela fueron a visitar a mi abuelo que esta en el mismo nicho:
Mami:
Que sucio que esta todo, para que paso un trapo…
Abuela:
Che… (mirando para arriba) que lugar de mierda que me va a tocar a mi!!!
Mami:
Y bueno… apúrate querida, es lo que quedo.
Abuela:
Che concheta… (señalando la claraboya del techo rota) arregla eso para cuando me muera, que encima que me va a tocar un lugar de mierda me voy a cagar mojando…
Que sucio que esta todo, para que paso un trapo…
Abuela:
Che… (mirando para arriba) que lugar de mierda que me va a tocar a mi!!!
Mami:
Y bueno… apúrate querida, es lo que quedo.
Abuela:
Che concheta… (señalando la claraboya del techo rota) arregla eso para cuando me muera, que encima que me va a tocar un lugar de mierda me voy a cagar mojando…
Como me hacen falta esas conclusiones simples y sinceras!!! Las mejores cosas las aprendí de ella (incluso las mañas).