Nos depara una gran incertidumbre, nadie puede predecir si es para mejor o peor, pero todos quieren opinar, todos van a participar y a decir lo intimo que eran con el Bizcocho. Muchos van a consolar esas lágrimas brotando entre la selva de rimel y no va alcanzar ningún par de anteojos D&G para tapar la desolación.
Hoy me levante con la censista tocando el timbre, en 5 minutos termino mi entrevista con ella. Calenté el agua y me puse a desayunar con mates y galletitas, Amante prendió el noticiero, nos miramos y dijimos: WTF?
Tengo la misma sensación de diciembre del 2001, es mas, creo que desde esa vez la sensación no se fue.
Que se apiade de nosotros el que te vaya a susurrar al oído.
